sábado, 4 de julio de 2009

PLATOS PARA LA CANÍCULA

Julio, después agosto y tras agosto, septiembre. Verano, y con el verano la sopas frías, los escabeches, las ensaladas, los pistos y siempre una sopa caliente, la de tomate que no se porqué extraña alquimia resulta refrescante.
Esta sopa, la de tomate, llegaba por agosto, que es cuando, además de madurar los tomates, en mi pueblo, El Torno, maduran también las uvas.
Otro de los platos de la canícula era el piste, una ensalada de pimientos que mi madre asaba en la panaderia de tío Desiderio y que en casi toda Extremadura llaman zorongollo.
También por estos días de calorina acudíamos a los escabeches de agua, que casi siempre servían para perfumar las bogas y los barbos del Jerte. De los fontarrones de la sierra bajábamos los manojos de maruja que aliñaban con ajo, vinagre y agua. Agua que también encontramos en el moje, junto al pan duro, el tomate, el vinagre y el aceite.
Pero el plato con el disfrutábamos todos era la ensalada de patatas fritas, que venía a ser la madre de todos los mojes. Patas fritas, como para tortilla, cebolla, huevo cocido, chicharro en escabeche, vinagre, sal y agua.
Otro plato frío, éste curiosamente de invierno, del tiempo de las matanzas, es la ensalada de limones. Decían que era para desengrasar la matanza. Es un plato delicioso que lo sigo encontrando, y no sólo en invierno, en el restaurante El Puente de Pinoranqueado, donde además preparan uno de los mejores cabritos del mundo. ¡Buen provecho!.

2 comentarios:

Nieves dijo...

Joooo qué hambre Cesar!

Que rica y diversa es la gastronomia de nuestras tierras ... y con productos de la huerta, naturales y de temporada.

Saludines. Nieves.

Paqui dijo...

De todo el menú que nos ofreces, amigo César, me quedo con la ensalada de patatas.......buff! menudo combinado.

Un beso fuerte, muy fuerte.

PD: Que no me entere yo que alguien te jode la noche. La noche para disfrutar y mucho.